
Redactar bien es el arte de construir las frases con exactitud y originalidad incorporando al caudal de expresión un léxico y estilo propio. Además requiere de una serie de técnicas, de modo que el texto resulte no solo claro y sencillo, sino un todo unitario y coherente (Manzanares, 2012, p. 5)
Cuando hablamos de redacción moderna, hacemos referencia a ser concretos, claros, sencillos, donde usamos un lenguaje adecuado, con un orden funcional, de interés y que contenga datos actuales.
A continuación se encuentran los términos de redacción moderna que nos ayudaran a dar claridad de las características que se deben tener en cuenta para establecer informes y comunicados eficace:

Concreción: Término relacionado con la brevedad que podemos llegar a expresar alguna idea, según señala Manzanares (2012), concretar es abreviar a lo más esencial el asunto sobre el que se escribe. Esto significa evitar rodeos inútiles como resultan gran parte de la natural palabrería empleada en la expresión oral. “Al grano” es la fórmula (p.7) ya que los textos largos no permiten un buen entendimiento y suelen aburrir al lector.
Claridad: Referente a la coherencia de los textos a comunicar, según señala Manzanares (2012), las palabras han de emplearse con propiedad, condición ineludible para que los hombres puedan entenderse en un idioma. Conviene evitar frases o modismos circunscritos -salvo casos especiales, para que no haya malas interpretaciones (p.8), por ende es importante el buen uso de algún tipo de abreviaturas o palabras comunes de la jerga cotidiana.
Sencillez: Según Manzanares (2012), la redacción moderna, en general, se caracteriza por la belleza o ausencia de afectación. Esto implica un acercamiento lógico a la naturalidad propia de la conservación, aunque con las limitaciones inherentes al lenguaje escrito. La sencillez (no la vulgaridad, ni la grosería) imprime a la redacción un tono de veracidad expresiva y atracción (p.8).
Lenguaje Adecuado: Dependiendo la idea a comunicar y el tema en relación, se deben tener en cuenta la forma y el vocabulario a utilizar, según Manzanares (2012) no conviene dirigirse a todos de idéntica manera, se requiere de una redacción distinta, perfectamente adecuada a cada caso (p.8), la coherencia, la lógica de las ideas debes ajustarse según las necesidades de los receptores o de quien solicita la información.
Orden funcional: Consiste en la expresión de ideas estableciendo su importancia e impacto, según Manzanares (2012), la elección de cada cosa conveniente para lograr la mencionada adecuación de lo escrito al lector está unida a la elección del lugar apropiado, para que esas cosas actúen funcionalmente. Los elementos no deben ordenarse al azar, ni siempre automáticamente, por rutina o costumbre (p.8), de ello dependerá el éxito de la recepción de la información remitida.
Interés: Un contenido con este factor busca presentar además de una lógica en las ideas, que pueda reflejar innovación e importancia, beneficios y utilidades, según Manzanares (2012), esta cualidad busca producir influencias positivas en el ánimo del destinario, para que concentre su atención en el contenido del escrito. Está basada en la atracción y es condición de la curiosidad- deseo de saber (p.9), siendo un medio adecuado para la comunicación efectiva, que impacta y cumple con los criterios.
Datos actuales: Se refiere a todo contenido veraz, sincronizado con la realidad, con los datos más recientes, según Manzanares (2012), estar al día o vivir la época son frases que resumen el ideal de la juventud espiritual, no de edad y progresista. La manera de enfocar los temas, los datos utilizados, la construcción de los párrafos en el vocabulario de puntuación, la forma 10 ortográfica, los símbolos convencionales, los elementos materiales que acompañan a la redacción, todo debe revelar agilidad y vigencia actual (p.9), permitiendo con ello credibilidad y confianza en la información a entregar.