¿Qué es inteligencia artificial?
La inteligencia artificial no es nueva per se, esta tuvo su introducción gracias a John McCarthy en 1956 en la primera conferencia de carácter académico que contaba con este concepto, y posteriormente, gracias a Alan Turing se obtuvo la posibilidad de que las máquinas podían de hecho pensar y aprender (Alsedrah, 2018), entonces bien, la inteligencia artificial como tal es un campo de estudio centrado en el aprendizaje de las máquinas similar a como hacemos los humanos, comportándose por respuesta ante comportamientos variados, aportando así a la toma de decisiones y a la resolución de problemas con altos grados de confianza.
Entre sus aplicaciones prácticas permite que al presente una empresa pueda ver Dashboards en tiempo
real con la data que se capta y se analiza de manera automática, pero también permite predicciones
del futuro tales como tasas de retención de cliente, prevenciones de fraude, algoritmos basados en
machine learning y aún con todo eso, no se despliega a cabalidad la inteligencia artificial puesto que
esto puede ir inclusive a reconocimiento de voz, de imágenes, biométrica, automatizaciones robustas
de procesos robóticos, analítica de texto y procesamiento de lenguaje natural, o el uso del aprendizaje
profundo, entre otras.
¿Qué aporta Blockchain a la inteligencia artificial?
Si antes de atravesar la situación de la pandemia debido al Covid-19 la data representaba un factor
indispensable y clave dentro del valor de los negocios, hoy día ya es más que eso, es la sangre de
todo negocio y su captación, gestión, análisis y resguardo seguro son fundamentales a la hora de
obtener ventajas competitivas, por ello, la inteligencia artificial ha ganado tanto terreno en el mundo
empresarial, gubernamental y académico, pero resulta ser que hay otras tecnologías 4.0 con las que
se puede integrar aparte de IoT para captar esa data en tiempo real para poderla analizar, o la nube
para almacenarla, o contar con los principios de Big Data para toda su gestión, y es ahí donde entra
Blockchain.
La tecnología Blockchain entra a jugar un rol determinante en las necesidades de los inputs de la IA,
la precisión y el aseguramiento de la data, y es que, si bien estas dos tecnologías por separado ya
representan un mundo de complejidad en sí mismas y brindan unos aportes invaluables a nuestro
diario vivir, juntas podrían llegar a rediseñar nuestro paradigma tecnológico por completo, e inclusive
el humano (Rabah, 2018), el Blockchain no solo integra con IA o con IoT de manera
separada, sino que, para agregar aún más valor, se puede tener una integración triple entre estas
tecnologías donde el IoT juega el rol en los procesos que ya se han visto de la captación de data, la IA
(particularmente su subconjunto de machine learning) se enfoca en la analítica y monitoreo periódico
de la data, brindando mayor precisión en las operaciones de la data.
Asimismo, esta data se asegura con Blockchain, quitando el inconveniente de que la mayoría de los dispositivos IoT se conectan mediante redes públicas y los hace vulnerables (Rabah, 2018), lo cual terminaría por hacer que la data no necesariamente sea tan precisa para el análisis de por medio de IA si no se contase con las bondades del Blockchain.